1.

Cierro la puerta, y me dirijo a casa. Ayer fue formidable, hoy, una razón para marcharse antes de lo previsto. No me puedo creer que ese hombre tan apuesto sea tan sucio, la casa no está casi limpia, y cagando con la puerta abierta, oliendolo todo yo desde la habitación en la cama... no. Así que me he vestido, me he hecho un moño y a casa, sin despedirnos ni dar beso de "adiós" ni saber si quería mi teléfono o no. Paro en un café, pero mejor voy al McDonald's, que es más barato. Y en la cola, así, vestida con los jeans de ayer, una camiseta rosa, zapatillas y el moño, recuerdo la tarde del y noche de ayer, sábado.

Salí a pasear, y me metí en Decathlon, el de Jaime III. Estuve mirando deportivas y los saldos, alguna vez vi algo para llevarme. Me subí a la máquina de caminar, el último modelo, la más cara, que no tiene nada que ver con las de gimnasio, pero, para tener en casa, están bien. Con la televisión, me la pondría yo, aparte de la música. Con todo esto, veo a un hombre mirándome. Es algo, atractivo, delgado pero atlético, moreno, ojos marrones, vestido de sport... Apuesto, atractivo, pero no mi hombre. Pero parece que le gustó, o atraigo, y no está mal. Ahora, pensando mi objetivo, no es mala idea que sea el primero. Y me acerco a él, sigilosamente, jugueteando con las cosas de la tienda que encuentro en el camino que me lleva a él:

- ¿Estás con alguien?

Ni el nombre, primero se asegura. Son las 20 horas, y contestó:

- No, tú tampoco, creo.

- Hoy no está en la ciudad. Me llamo Juan.

Me presento. Nos damos dos besos, y me invita a cenar a su casa. Es muy educado y galante. Hablamos del estado de salud, de nuestras preferencias sexuales, pero, sólo abrir la puerta, veo que su cocina está muy desordenada, hay bastante basura, pero, tras solicitar ir al baño, veo que el salón, el baño y la habitación están pasables. Aseada, vuelvo.

- Puedes quedarte a dormir, si quieres. 

No digo que no, por la pereza de volver, y le asiento. Me mira, le miro, y,  nos besamos, y, a la vez, nos desnudamos con ganas, en la habitación, y nos tumbamos desnudos, él encima de mí, tocándonos.

- Perdona pero necesito uno rápido...

- Vale.

Y, dando la vuelta, saca una caja de preservativos naturales de un cajón de sl lado de la cama, una mesita que tiene, se pone uno (la excitación ha sido rápida) y se mete, moviendo con un ansia y pasión que no me puedo quejar, ya que hace que me corra con él. 

Aturdida, excitada, encantada, me dice:

- A cenar. Luego, más.

Y comemos una pizza que no llega a sentarme muy bien, pero no digo nada, mientras vemos un programa en Netflix de adicciones. Comemos desnudos, y, en un momento, me disculpo y voy al baño de nuevo. 

Cuando salgo, empieza a acariciarme, me coge y me lleva a la habitación. Juguetea conmigo, estoy boca abajo, y no veo lo que hace, pero si siento caricias y juegos de besos, masturbación y, en un momento dado, veo que coge un preservativo. Cuando pienso que va a penetrarme, esperando, abierta, me besa el sexo, lo cual me excita más, y aunque no sé cómo, veo que se pone como un 69, esperando ser besado. Me besa el ano, jugando con la masturbación, pero yo no me atrevo a él, y sólo me concentro en el pene.

- ¿Te da vergüenza?- oigo que me dice.

Y no yo como se da la vuelta, se pone el preservativo, también encima, y me penetra, primero por el sexo, y luego me somete analmente, a él, hasta que acaba. No me ha disgustado, pero he perdido frescura. 

- A ver si te voy a tener que enseñar cosas nuevas...

Y me sorprendo me hago la cansada, la medio dormida, es tarde, ya son casi las 12 de la noche, y, cuando apaga las luces, vuelve a acariciarme y a tocarme. Me excita, pero, está vez, mientras me toca, noto olores corporales que no son de mi gusto, pero no digo nada. Y, sin mirar, con la postura de la cuchara, vuelve a penetrarme, no sin antes haber cogido otro preservativo, con todo tipo de olores, eructos en mi oído y hasta algún sonido desagradable con "perfume"... Acaba, y duerme. Yo tardo algo, contando ovejas y relajándome de tanto olor, no es que sexualmente no me haya excitado, pero estos "complementos naturales" no me han gustado mucho, y han disminuido mi interés... 

Y cuando despierto, en un momento que el se ha ido al baño, huelo algo, y rápidamente me dirijo donde están mis cosas, me visto, salgo del piso y ...

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