4.

Sigo en la fiesta. Me he vestido y salido, sigo con el efecto de alcohol y éxtasis orgasmo o y no sé si ir a buscar a Ana o a ese hombre de gris. Tomo otro Bourbon, me aseguró preguntando a un camarero para evitar mezclas, y mientras ando, bailo, y alguien me coge de la mano, arrastrándome a la pista de baile. 

- Guapísima, me encantaría conocerte un poco más. Da la casualidad de que hoy estoy sin mi mujer, y a lo mejor un rato tú y yo...

Admito que estoy medio ciega del "subidón", y aunque veo que es un hombre rubio de igual estatura, sigo pensando en el hombre gris, y asiento, creyendo que es él. Me lleva a otra habitación, no sin contarme antes que está separado pero cree que volverá con su mujer pero que hoy es una noche puntual y hay que vivirla y que yo soy preciosa y que le gusto mucho, hasta entrar en otra habitación diferente, que cierra con llave, y yo, de pie, empiezo a desnudarme. Él tambien, no deja de mirarme y me pone boca abajo, de rodillas en el suelo apoyada en esta cama más pequeña,  y me toca todo, sin yo poder verle, ordenando que tenga los brazos y las manos en la cama. Me toca los senos, mientras está de espaldas, me acaricia vientre, sexo, ano, sexo, y me corro. Me pide que le deje sentar en la cama, y que le bese el sexo, y o edezco, por la excitación. Este pene es de mi gusto, me encanta su tamaño y forma, no es grueso ni tan pequeño o grande como otros que he visto, y se corre en mi boca. 

Se viste y sale. Me he quedado con ganas de más, así que salgo tras vestirme, y cuando pienso que ya es hora de ir con Ana...

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