12.

Estoy en la playa. Mediodía de un día con sol, luz y calor, pero la justa. Poca gente, es una cala de detrás de alguna cala. Cinco o seis personas, y aparece un hombre sólo. Ni es muy guapo, ni alto, lleva un bañador rojo y parece medio enclenque. Me sonríe. Le sonrío. Deja su toalla y mochila unos pasos detrás de mí. Noto como, tras la crema, va al agua.

- ¿Te vienes, belleza?

Me levanto y voy. Nadamos, reímos, jugueteamos en al agua., y nos alejamos, a un costado, eso sí, para poder estar a solas juntos, pero que nadie nos vea.

- Eres un pivón.

Y me besa. No estoy segura de lo que hago, pero le sigo el juego. Subimos el nivel, ya que también me toca. Le tocó. Tengo miedo, no hay preservativo y espero que se quede en esto...

- Yo... No tomo la píldora... Y no sé si tienes algo....

- ¿Si tengo algo, belleza?  Un preservativo en el coche. Lo demás, para ti, como nuevo de fábrica. Soy donante de sangre.

Y creo que es mejor que vayamos allí... Cogemos las cosas, y nos metemos juntos. Me lleva a un lugar escondido, y lo hacemos en su coche. Magnífico y fabuloso, pero cuando mi excitación decae, es tan feo, y le pido que acabe rápido. Le digo que me lleve al parking, que había olvidado que tengo una cita. Y me despido de él, para no volver a verle.

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