15.
Escribo a un chico que se llama Javier. Tiene 5 años más. No es guapo, pero sí sutil.
- ¿Vienes un rato? Tengo una peli preparada, coca colas y palomitas.
Y al cabo de 20 minutos, aparece. Sigo encendida por el anterior, ha sido tan...intenso... Pero Javier es muy aburrido, y sólo quiere ver película, algunos besitos hasta que le miro y le digo:
- Quiero un polvo en el sofá. Así que o te quitas esos pantalones y lo hacemos o te vas.
Y obedece, casi asustado. Decido que se siente, y miramos la película, yo sentada encima sin mirar, tras haberle pedido que me practicase el sexo oral, y notar que se había excitado y le puse el preservativo. Monto ligeramente, pero me aburre, y le pido que sea más salvaje. Me agarra de los pechos y me hace saltar más rápido, más intenso, más apasionadamente, pero yéndose sin yo haber llegado a la excitación.
Le mando a la casa sin los pantalones, y con el preservativo puesto aún, supongo que se ha vestido en el rellano, pero yo ya no quiero verle más
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