16.

Abro la puerta a Martín al día siguiente. Aún no me he duchado, ni desayunado, sólo me he enjuagado, ya que me ha escrito y me ha despertado, queriendo venir a desayunar. Abro la puerta, y, violentamente, la cierra. Voy en bata y sin nada, y no niego asustarme. Me pone boca abajo en el sofá, coje la cuerda de la prenda, las pone en mis ojos y me dice:

- Hoy tengo ganas de jugar contigo.

Noto como se desnuda y me desnuda. Me toca, acaricia, y empieza a susurrarme en el oído:

- Te quiero bien abierta y para mí, tengo que probar esto y saborearlo, jugar y saber qué me puedo meter en ti para follarte de lo mejor...

Me excita, todo es algo agresivo pero sensual, sin daño. Jugar, me masturba, hace que me corra, noto que se pone un preservativo, me penetra, hace que me excite más y...

- Ahora, atrás.

No es que sea el momento ni ganas, pero callo y aguanto. Me somete, entra, domina. No aguanto mucho más, necesito que acabe, pero no, el sigue...Callo y aguanto, no es dolor es que... Por fin, se va.

- Al baño, cochina.

Y voy corriendo. Cuando salgo, no está ya. Se ha ido. No vamos a desayunar. Y limpio el sofá y tiro el preservativo. 

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