18.
- Esto es el cielo...
Y termina.
Se corre encima mía, tras quitarse el preservativo. Estoy tumbada boca arriba, y ahora me siento el lienzo de un pintor que ha finalizado su obra.
Ha sido divertido. Me pide que nos duchamos juntos, ¿por qué no?
Salimos. Se despide, un beso y...
- No, no llames. Es el pacto que hemos hecho.
Y sale, con su compra, a su hogar.
Resulta que nos hemos encontrado en el supermercado, tras haber asistido a una sesión de depilación, cada uno/a, en su cabina, en el mismo centro. Buscando en los zumos, ha empezado a hablarme, y, de preguntar por productos, a comentar "yo te he visto por el centro de depilación..." y le he preguntado si quería venir a casa un rato, ya que hace tiempo (2 días) que no estoy con nadie, y que me gusta hacer "ejercicio"... Y ha accedido, sin rechistar, insinuando que ya estábamos tardando...
De buen ver, pero casado. Sin hijos, aunque buscan. No sé si procede, pero me dice que lo necesita. Ya no siente pasión con su mujer, y le he despertado sensaciones ocultas... Y hemos pagado, ido al piso mientras me contaba todo esto, he abierto, hemos dejado las bolsas, y me lo he llevado, agarrándome a su ropa, a la habitación, donde le he desnudado y me he desnudado mientras besaba, y se ha dejado tocar y guiar por mí. Su pene era precioso y hasta lo he saboreado antes de usar el condón, y luego, una vez puesto, me ha querido dominar él, poniéndose encima, y jugando a un simple misionero, hasta que ha querido acabar.
Si me hubiese gustado repetir, me digo, pero no me atrevo a pedírselo, porque tiene a otra persona que le está esperando, en su hogar, probablemente, en estado...
Comentarios
Publicar un comentario