25.
Sigo aturdida. ¿Me volverá a pasar? Pienso que no. Estoy intrigada, y no son ni las 15 horas. No quiero comer, pero me fuerzo a tomar una sopa y eso sí, bajo a por una botella de vodka y naranjada. Lo necesito.
Sólo tomo una copa, me relajo. No quiero adaptarme a esto, al alcohol. Pero pienso en las experiencias positivas que he vivido, y creo que pesan más, me río sola de algunas, y creo que tengo que seguir aunque lo que venga sea una catástrofe. Y tengo la suerte de que me llama Andrés, del curso que hice de Francés, y aunque no aprendí nada, nos dimos el teléfono y puede que...
- Hoy tengo el día libre, y aunque quería llamarte para comer, creo que si te apetece ir a pasear...
- ¿Por qué no vienes a tomar una copa y jugar al Scrabble?
Y confirma que llega en media hora.
Saco otro vaso, el juego y llama justo cuando me he cambiado. Bebe, reímos con lo que sale y de repente, me coge y besa y me pone encima del tablero. No es muy movido, pero me gusta, y vuelvo a sentir placer con sus labios y tacto. Me desnuda, mientras el sólo se baja los pantalones y se dispone a penetrarme y le recuerdo que falta algo antes de que nos sintamos mutuamente, y accede a colocarse el preservativo que coge siguiendo mis indicaciones de donde los tengo guardados, mientras yo me relajo plácidamente esperando su vuelta.
- Ya estoy.
Y entra, y me encanta lo que veo, noto, siento... Estoy semi sentada con los muslos cogidos a él. No duramos mucho, ya que al primer orgasmos se termina, pero ha sido muy agradable. Lo malo es que se viste enseguida y se excusa con que ha quedado con unos amigos a cenar, ya son las 20 horas, pero me invita a ir con ellos. Y accedo.
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