31.
He salido a pasear, y llego a una perfumeria. Me paseo, miro los productos de higiene, y, en la sección de geles, observo los nuevos modelos. Se acerca un chico, muy interesante.
- Siempre hay modelos nuevos que probar.
- Siempre- respondo, sorprendida de que me hable.
- Me llamó Alfonso, y bueno... Vivo cerca y...
- Me gustaría probar el de fresas con nata. ¿Donde vives?
Y pago yo el gel, y el pone la casa.
Llegamos, y es muy minimalista, pero la bañera es inmensa, a mí gusto, para ser de casa, y la lleno de agua. Él prepara dos copas, y, como si llevásemos toda la vida juntos, nos desnudamos, bebemos un sorbo, y nos metemos en la bañera. Charlamos, normal, y de repente, se acerca. Me toca la cara, baja la mano de mis mejillas a mi pecho, me empieza a tocar en el sexo y me acerco, haciendo lo mismo. Nos besamos, jugamos en el agua. Le freno cuando, tras múltiples caricias, besos y cambios de postura, intenta penetrarme.
- Mejor con preservativo...
- Vale. Mejor fuera, entonces...
Y se levanta, saca dos toallas, y me lleva a la habitación. Follamos como locos, y es sensacional. Pero, tras este momento, suena el timbre...
- Hola. He venido antes porque...
Y oigo una voz femenina, un beso, y ya me estoy vistiendo, y, me escabulló, de esa manera, por la puerta, casi corriendo, de estar y presenciar una gran pelea de novios...
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