32.

Cerrando el día, estoy comiendo palomitas en pijama viendo una película, "Good Lucky Chuck", y me llaman al timbre. Me extraña, son las 20 horas, y mañana trabajo.

- Soy el primo de la vecina del tercero, y quería pedirte si podía enchufar el cargador un momento. He venido de improvisto, y aún no ha llegado, pero como estoy de guardia y quizás llamen, si me dejase unos minutos...

- Claro.

Muy atractivo. Me cuenta que es médico, y que hace horas extras y... Le planto un beso.

- ¿Y sí pasamos un buen rato mientras se carga?

Y nos acostamos en la cama, donde le llevo, y le saco un preservativo, y se desnuda y se lo pone y de repente le paró, tras penetrarme, y le obligó a tumbarse, y dejarme cabalgar, para durar más, mientras pienso en el encuentro anterior, teniendo orgasmos como si mi amante fuese el otro hombre, para acabar tumbada y siendo follada con él de pie, hasta su aguante. Y se viste, coge el cargador y:

- Ya nos veremos.

Le digo, y voy a la ducha. Pero vuelvo a tener picores, y voy a urgencias. Está vez, le digo la verdad. 

- Otra infección.

Y aunque fuese guapo y apasionado, el matrimonio y la infección ya pesan mucho más, y al menos, tengo no sólo una sino dos pretextos para olvidarlo.

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