54.

Una gran velada, y, por unos momentos, he sentido como si me acostase con el protagonista de "Todo tuyo" o alguna novela de esas. Vuelvo a casa, hace frío y ha sido todo muy agitado. 

Siigo sintiéndome, en parte, como una quinceañera adulta, en vez de bailar, tengo citas con sexo, y eso que a ninguno le he dicho:"Oye, que sepas que estoy haciendo la lista de 100 en un año..." . Porque no procede. Los de la app, ya saben lo que es, y lo que me encuentro, pues sí, es raro, parece que el Universo se ha conjurado a mí para que cumpla el reto y encuentre a hombres interesantes de mi gusto... Si alguien se enterase me llamaría "zorra"... Pero creo que es peor quien lo hace o se casa por dinero, sin dedicarse profesionalmente... Al menos yo tengo aventuras, unas mejores que otras...

En casa, pijama, sofá, un rato de lectura y estufa. Suena el móvil, estoy cansada, diría que no pero... 

- ¿ Me puedo venir a dormir y desayunar?

- Sólo si mañana compras croissants con chocolate y traes una infusión de té de hinojo para antes de acostarnos.

Y llega Álvaro, agradecido, porque se ha peleado con su novia, swinger liberal, y hoy, aunque nunca tiene por qué dar explicaciones, hoy quiere dormir con alguien interesante y descansar. Me lo cuentas mientras tomamos la infusión, y, aunque sé que me quedo dormida antes que él, una vez metidos en cama, se porta tan bien que sigo sin abrir ojos, dejando que maneje mi cuerpo, haciendo primero caricias y una especie de masajes manuales por toda la espalda,  y luego, masturbando y penetrando, aunque no tenga orgasmos, me quedo tan bien que no me importa. Y, a la mañana siguiente, aunque ya no esté, me ha dejado croissants con chocolate para que coma con el café, aunque sea sola.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Preámbulo

1.

3.