59.

Estamos en la cafetería cercana al tren. Ana me pregunta si he pensado alguna vez en casarme sin amor, aunque fuese para ayudar inmigrantes o hacerme rica, y la segunda opción es buena, pero no es la vía adecuada.

Subimos al tren, y nos quedamos de paseo en Inca. Hemos ido a mirar tiendas, especialmente, aunque es lo mismo que Palma, en pequeño, y a veces, ni la mitad de cosas que en otras tiendas. Y, cuando salimos de comprar en Women' Secret, fuimos a la parada, pero quedaban 45 minutos. Dos hombres, que pasaban por allí, nos miraron. Ana y yo no nos cortamos: yo no tengo nada y ella nada serio ni compromiso, y...

- ¿Cómo os llamáis? ¿Sois de aquí?

Y sí, son una pareja bisexual swinger, y están abiertos a que subamos, con este frío, a tomar un cafë. Y que nos acompañarán ellos, a la ciudad, si es preciso.Pero no tomamos un café, sino que pedimos calefacción, una película, y como quinceañeros, cada una con uno de ellos, nos liamos tras juegos de flirteo, y nos desnudamos los cuatro, sacan la caja de preservativos, y acabamos acóstandonos una con cada uno, sudando, jadeando y disfrutando en el sofá donde cabemos los cuatro...

Cuando acabamos, vamos a Mcdonalds a comer. Parecemos un grupo de parejas, sólo que el compromiso lo tienen ellos dos. Y comemos, reímos, viajamos en coche, y da pena bajarse del coche, porque me lo he pasado muy bien.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Preámbulo

1.

3.