76.

No dormí ni desayuné con él, ya que se vistió y fue. Ni fue bueno, ni fue malo. Ya sólo queda un día, con procesión, y cogemos el vuelo al atardecer. Estoy tan cansada... 

Vuelvo a casa, y me tumbo y duermo. Pero al día siguiente, me escribe el chico que conocí en la papelería el día que fui a buscar la revista con regalo, y le invito a vernos tras el desayuno. Y está vez, vamos a montar en caballo, y es muy agradable. Se llama José, y es muy agradable. Después, me invita a comer a un restaurante de pueblo cercano, por Orient. Y después, paseamos por la zona y acabamos dejando el coche en su casa, y me pide si podemos vernos, otro día. Y le digo que sí. Y, aunque tengo ganas de algo, mejor esperar, ya que este hombre es muy agradable y no tiene pareja, y parece que hay flirteo y gustos comunes...

Pero decido seguir, por mi cuenta, y chateo con alguien muy apuesto, cuyo nombre ni leo, en plan sexting, hasta que me quedo dormida...

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